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Investigadores dicen que las densas
atmósferas de los dos planetas pueden contener un tesoro, con piedras
preciosas tan gigantescas como icebergs
Las profundas atmósferas de Júpiter y
Saturno pueden contener un tesoro. Trozos de diamantes de buen tamaño
flotan en el fluido de helio e hidrógeno de estos planetas y, a bajas
altitudes, incluso cae una lluvia de diamante líquido, según una nueva
investigación de científicos planetarios estadounidenses.
Si bien se conoce desde hace 30 años que
el diamante puede ser estable en los núcleos de Urano y Neptuno,
demasiado fríos como para derretirlo, se creía que Júpiter y Saturno,
por el contrario, eran demasiado calientes o no tenían condiciones
adecuadas para la precipitación de diamantes sólidos. Sin embargo, el
nuevo estudio sugiere que estas piedras preciosas pueden estar flotando
en el interior profundo de estos dos últimos planetas, algunos creciendo
hasta el punto de tener el tamaño de iceberg.
En Júpiter y Saturno llueven diamantes
Ilustración de «Mares alienígenas»
Los investigadores Mona L. Delitsky, del
California Specialty Engineering en Pasadena, California, y Kevin H.
Baines, de la Universidad de Wisconsin-Madison, compilaron datos
recientes sobre las fases del carbono de Júpiter y Saturno y las
combinaron con diagramas de presión-temperatura. Concluyeron, según
exponen en la reunión anual de la División de Ciencias Planetarias de la
Sociedad Astronómica Americana que se celebra estos días en Denver
(Colorado, EE.UU.), que el carbono elemental generado en las enormes
tormentas es triturado en diamantes que se mantienen estables en el
interior profundo de estos mundos. Además, cerca del núcleo de los
planetas, a altitudes por debajo de las regiones en las que el diamante
es estable, las presiones y las temperaturas son tan grandes como para
fundir el diamante en líquido, creando una «lujosa» lluvia diamantina.
En un libro reciente, «Mares
alienígenas», (Springer, 2013) , editado por un reconocido artista en
temas espaciales llamado Michael Carroll, aparece un capítulo de Baines y
Delitsky titulado «Los Mares de Saturno». Utilizando estos nuevos
datos, se describe una historia sobre naves robóticas mineras que
navegan en el profundo interior de Saturno en un futuro lejano y recogen
trozos de diamante. Las ilustraciones muestran cómo las articulaciones
de las sondas llegan a capturar y recoger los diamantes para el
transporte a la Tierra.
En Júpiter y Saturno llueven diamantes
Comparación del carbono en la Tierra y en otros planetas
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