El objeto celeste se acerca al Sol y el
próximo 28 de noviembre estará a solo 2,7 veces el radio de la estrella,
en su máxima aproximación
Tomado de Elpais.com
El cometa Ison, descubierto hace poco
más de un año, está siendo observado por astrónomos de todo el mundo a
medida que se acerca al Sol. Y los ha sorprendido al sufrir un estallido
de actividad “que ha aumentado considerablemente tanto su producción de
gas como su brillo, hasta el punto de hacerlo observable a simple
vista”, según explican los expertos del Instituto de Astrofísica de
Andalucía (IAA), del CSIC.
El objeto, en su órbita, alcanzará el
punto de máxima aproximación al Sol el próximo 28 de noviembre, cuando
estará a solo 2,7 veces el radio de la estrella (1,8 millones de
kilómetros), prácticamente “rozando el Sol”, dicen los astrónomos.
Alcanzará temperaturas de unos 5.000 grados centígrados y entonces puede
que aumente su brillo al liberar enormes cantidades de polvo, o puede
que se fragmente y vaporice debido a las fuerzas de marea y al calor de
la estrella, como ha ocurrido ya con más de dos mil cometas conocidos.
Los científicos están muy pendientes.
De momento, el Ison ya ha dado una
sorpresa con el aumento repentino de actividad: se ha registrado un
incremento de unas 15 veces la sublimación de ácido cianhídrico en
apenas 48 horas, según ha informado el investigador Pablo Santos Sanz,
del IAA, que participa en una campaña de observación del cometa con el
radiotelescopio IRAM, de 30 metros de diámetro. “Diversas fuentes
apuntan también a un aumento de la sublimación de agua”, señala el IAA.
“Una posible explicación para el
estallido reside en que el eje de rotación [del cometa] ha estado
bastante alineado con la dirección hacia el Sol, de modo que solo un
hemisferio del núcleo cometario ha recibido radiación, y puede haber
hielos frescos, en el otro hemisferio, que apenas hayan recibido luz
solar hasta ahora”, detalla José Luis Ortiz, investigador del IAA.
“Conforme el Ison se vaya acercando al Sol irá cambiando también la
posición del punto subsolar en el cometa y, por tanto, habrá partes que
de repente reciban radiación y puedan sublimar”.
Los cometas, recuerdan los
investigadores del IAA, son cuerpos sólidos helados que sufren
modificaciones dramáticas al acercarse al Sol. Al aumentar la
temperatura los hielos se calientan, evaporan (subliman) y arrastran
consigo los granos de polvo que, al quedar libres, reflejan la luz solar
y dan forman la cola y la coma, o mancha difusa central que envuelve al
núcleo. Además, como le ha sucedido ahora al Ison, puede intensificarse
su brillo repentinamente.
El Ison fue descubierto el 21 de
septiembre del año pasado por astrónomos rusos. Según los cálculos de su
órbita, procede de la nube de Oort, “una burbuja que rodea todo el
Sistema Solar y que, se cree, está formada por los restos de la nebulosa
que dio lugar al Sol y los planetas hace 4.600 millones de años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario